Mi Regalo de año nuevo es una de las 10 estrategias de manipulación mediáticas de Noam Chomsky: ESTÍMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD. Aquí un breve comentario acerca de la misma:
¡Admirad a "La Reina del Pueblo"! |
Tal y como avanzó Andy Wharhol, en un futuro próximo todo el mundo disfrutara de quince minutos de fama. Aunque, evidentemente, la totalidad de la humanidad no va a disponer de ese momento de gloría efímera, la cuestión de fondo es la facilidad con la que un individuo puede alcanzar el estrellato. Si usted sabe partir nueces con el ano, destrozar latas de cerveza con unos pechos gigantescos o comer 50 perritos en un tiempo récord dispone del talento suficiente para convertirse en una estrella de la TV. Multitud de programas del estilo Operación triunfo o Tú sí que vales, han convertido a albañiles, camareros, protésicos dentales y demás variopintos personajes en los protagonistas del show. Nuestra televisión está plagada de jóvenes, y no tan jóvenes, que participan de un espectáculo bizarro y obsceno.
Sin embargo, como si la cuestión no fuera suficientemente deplorable, nuestra sociedad, inmersa en una profunda situación de decadencia, proyecta una imagen positiva de este tipo de personajes. El mensaje es: si él puede hacerlo ¿Por qué no nosotros? ¡La notoriedad y el reconocimiento están al alcance de nuestras manos! Esta consigna ha quedado gravada en el inconsciente de imberbes de mente infantilizada y extremada idiotez que pueden acceder a la cima sin esfuerzo, sólo con una payasada graciosa o un cuerpo escultural. Por lo tanto vivimos en un mundo que promociona la estupidez, la necedad, la vulgaridad y tantas otras cosas que nada tienen que ver con el sacrificio, el trabajo o cualquier tipo de proyecto humano que suponga cierta elevación artística. El gusto per la nada y el hedonismo vulgar son las banderas de una sociedad preocupantemente acomodada y adormecida que traga complaciente con una basura mediática abrumadora que les acosa permanentemente.
Esta es la imagen que perciben nuestros críos, muchos de los cuales pasan más horas delante de un televisor que intercambiando alguna que otra palabra con sus progenitores. Unos muchachos que, como es normal, tienen una tendencia natural a la idealización y la aceptación de unas modas; la moda de ser vulgar e inculto. En este sentido y, a modo de colofón final, me gustaría apuntar unas palabras de Dostoievski: “Proporcionadle una satisfacción económica tal que no tenga que hacer otra cosa sino dormir, comer bollos y procurar que la historia universal no se interrumpa, colmadlo de todos los bienes de la tierra y sumergidlo en la felicidad hasta la raíz de los cabellos: pequeñas burbujas se elevarán y estallarán en la superficie de esa felicidad como en le augua.”
¡Feliz 2011!
Poca gent ha penjat els treballs de sociologia, ha estat bé llegir el teu.està molt ben escrit.
ResponderEliminarhelena